Terminal de Líquidos del Uruguay (TLU) fue creada para atender la creciente demanda de fertilizantes líquidos en Uruguay, una innovación reciente en un país con larga tradición en el uso de fertilizantes sólidos.
La tradición agropecuaria de Uruguay ha sido fundamental para su desarrollo económico. De la superficie nacional dedicada a estas actividades, 40% corresponde a ganadería y algo más de 30% a cultivos de secano. En los últimos siete años, el área destinada a forrajes creció de forma sostenida a casi 2% anual. Los cultivos de secano —trigo, soja, maíz y canola— han mantenido superficies relativamente estables.
La producción y el comercio están directamente afectados por las variaciones climáticas y eventos adversos como las sequías.
Acontecimientos globales, como la guerra entre Rusia y Ucrania —ambos grandes exportadores de fertilizantes—, sumados a la severa sequía que afectó a Uruguay en 2023, impactaron con fuerza en el mercado. Sin embargo, en 2024 las condiciones climáticas favorables y la posibilidad de diversificar orígenes de importación permitieron un desempeño mucho mejor en el mercado de fertilizantes líquidos.
La adopción de fertilizantes líquidos requirió crear una infraestructura logística completamente nueva. En 2021, TLU comenzó a prestar servicios de descarga de buques con fertilizantes líquidos, su almacenamiento en tanques y la distribución hacia los campos en todo el país. TLU es única en Uruguay: cuenta con capacidad para formular mezclas de nutrientes a medida (N, P, K, S) y micronutrientes específicos, siendo la primera y única terminal independiente del país con estas capacidades.
Impacto de los precios en la demanda
Aunque la agroindustria uruguaya es madura y no se esperan grandes aumentos en el área sembrada, el potencial de crecimiento del uso de fertilizantes líquidos es significativo. En los últimos ocho años, los líquidos representaron entre 12% y 18% del total de fertilizantes utilizados, variando según la relación de precios entre sólidos y líquidos.
Esa relación de precios influye de manera decisiva en la demanda: cuando los líquidos resultan más competitivos, los productores tienden a preferirlos frente a los sólidos por beneficios como facilidad de aplicación, precisión en la entrega de nutrientes y mejor compatibilidad con sistemas modernos de riego. Cuando los sólidos son más económicos, la demanda de líquidos puede estancarse, ya que productores sensibles al costo optan por la alternativa más barata pese a las ventajas operativas de los líquidos. Además, los sólidos tienden a dominar en regiones donde la infraestructura para aprovechar plenamente los beneficios de la aplicación líquida aún no está desarrollada.
Crecimiento del sector
En TLU creemos que el uso eficiente y sostenible de fertilizantes es clave para la protección ambiental. Los líquidos ofrecen ventajas como mayor homogeneidad, disponibilidad inmediata para las plantas y menores pérdidas por lixiviación y evaporación, asegurando un uso más preciso y eficiente de los nutrientes. Esta tecnología de clase mundial, aplicada con precisión, permite crear mezclas personalizadas y se alinea con la tendencia global hacia una agricultura más sostenible.
Para impulsar un crecimiento sostenido del uso de fertilizantes líquidos en Uruguay, es esencial que los productores valoren sus beneficios más allá del precio: facilidad, precisión y uniformidad de aplicación; manejo profesional de nutrientes; formulaciones personalizables; y mejor desempeño ambiental. Por eso, es fundamental evaluar no solo el costo inicial, sino los beneficios agronómicos y operativos de largo plazo. Usados estratégicamente, los líquidos pueden elevar la eficiencia, la sostenibilidad y la rentabilidad.
Transición hacia nuevos combustibles
Terminal de Líquidos del Uruguay también busca expandirse hacia nuevos mercados. Con experiencia consolidada en el manejo de líquidos a granel y una ubicación estratégica en la entrada de la Hidrovía Paraná–Paraguay, vemos un importante potencial de crecimiento en sectores como los derivados del hidrógeno verde, incluido metanol y amoníaco. Al diversificarse hacia estas industrias emergentes, TLU aspira a aprovechar su infraestructura existente y responder a la creciente demanda de soluciones energéticas sostenibles.
Estamos avanzando hacia la incorporación de productos innovadores como amoníaco y metanol verdes. Estos productos integran la agenda nacional, que procura posicionar a Uruguay como un centro logístico regional para los derivados del hidrógeno. Con más de 92% de la energía del país proveniente de fuentes renovables y una política nacional orientada a convertir a Uruguay en hub logístico para proyectos de hidrógeno, el país es un destino atractivo para inversiones en combustibles limpios.
Para acompañar el crecimiento de esta industria naciente, la infraestructura de terminales de líquidos será esencial para manejar, almacenar y exportar estos productos de alto valor.
El gobierno uruguayo ha delineado una hoja de ruta ambiciosa para posicionar al país como líder en producción y exportación de hidrógeno verde. En 2022, el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) publicó la versión final de la Hoja de Ruta del Hidrógeno Verde, que fija objetivos para el sector. Para 2040, Uruguay apunta a producir un millón de toneladas de hidrógeno verde por año.
Para facilitar estos objetivos, el gobierno se centra en:
Desarrollo de infraestructura: mejorar instalaciones portuarias y terminales de líquidos para habilitar el almacenamiento y la exportación de derivados del hidrógeno.
Perspectivas
Marcos regulatorios: establecer regulaciones claras que garanticen operaciones seguras y eficientes en la producción, manejo y transporte de hidrógeno verde y sus derivados.
Colaboración internacional: impulsar alianzas con países y organizaciones para fortalecer la cooperación tecnológica. En particular, Uruguay firmó un memorando de entendimiento sobre cooperación en energías renovables, eficiencia energética e hidrógeno verde con la Unión Europea, reafirmando su compromiso de alcanzar la neutralidad de carbono para 2050.
TLU es una terminal clave para el rol de Uruguay en el hidrógeno verde y sus derivados, al estar ubicada en Nueva Palmira, en el punto de partida de la Hidrovía Paraná–Paraguay. Esta localización estratégica no solo refuerza la posición del país como hub exportador regional, sino que también abre oportunidades relevantes para manejar líquidos a granel provenientes de proyectos de hidrógeno en Bolivia y Paraguay.
La Hidrovía conecta las principales zonas productivas de Bolivia y Paraguay con el Atlántico, posicionando a TLU como un punto crucial para la exportación de derivados del hidrógeno verde como metanol y amoníaco.
A medida que Bolivia y Paraguay avanzan en sus iniciativas de hidrógeno verde, la capacidad de TLU para manejar líquidos será crítica para sostener la cadena logística, ofreciendo una ventaja competitiva para exportar estos productos energéticos renovables a los mercados internacionales.
Artículo traducido al español. Publicado originalmente en inglés en la revista Tank Storage vol. 20.
